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La Asamblea de Madrid prohíbe al público grabar las sesiones

01/04/2013 por GTP MADRID

La Asamblea de la Comunidad de Madrid prohíbe el acceso de los ciudadanos con móviles o cámaras a todos los plenos. Así figura en la contestación que la Presidencia de la Cámara ha remitido a unos ciudadanos que intentaron asistir con una cámara para poder así grabar el Pleno.

 

Estas normas contradicen lo que el Tribunal superior de justicia de la Comunidad Valenciana dictaminó el 27 de enero de 2009, en el que estipulaba que la transmisión de información en nuestra sociedad no está restringida ni mucho menos sólo, a quienes sean periodistas, de manera que, cualquier ciudadano puede informar, trasladar datos, por cualquiera de los medios técnicos que permiten su tratamiento y archivo, y por supuesto, cualquiera puede mostrar su opinión respecto de los datos que trasmite.

 

Consideramos muy importantes las restricciones impuestas por la Asamblea de la Comunidad de Madrid porque:

 

1. Contradicen numerosas sentencias y voluntades expresadas desde varios ámbitos (académico, cívico, judicial y político).

 

2. Las normas “internas” de la Asamblea se amparan en la transmisión de las sesiones en la web  para entonces crear y controlar las imágenes de su propia actividad política.

 

3. Restringe el derecho a la transmisión de información únicamente a la prensa. Ignorando, peligrosamente, que los periodistas acuden como trabajadores, no como ciudadanos, y que por lo tanto sus actividades son radicalmente opuestas.

 

4. Si los políticos sustentan su legitimidad en los ciudadanos pero éstos son excluidos, permitiendo únicamente a los periodistas el derecho a la transmisión de información, entonces se establece un monopolio de poderes entre la política y los medios de comunicación.

 

5. Por medio de este doble filtro se crea una simulación de los derechos supuestamente fundamentales de la libertad de expresión y transmisión de información cuando en realidad el ejercicio de los cuales está siendo altamente condicionado.

 

6. Se está impidiendo la responsabilidad que tiene la ciudadanía para ejercer un verdadero debate sobre la actividad parlamentaria. El resultado es la huida del debate en favor del sensacionalismo, el griterío y los videojuegos.

 

7. La prohibición de los dispositivos móviles y cámaras es un grave atentado porque en la lógica del presente las imágenes son el modo de expresión de las personas, y éstas deben estar sometidas a una protección similar a la que regula la libertad de expresión.

 

8. La política es Dominio Público, no Copyright.

 

 


    

 
 

 

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